¿Eres slow?
Llevamos tiempo escuchando este término “slow life house” y no se si es por las circustancias que estamos atravesando, pero cada vez somos más los que nos apuntamos a esta forma de vivir, que ya no es una simple moda o tendencia.
Nos hemos dado cuenta de la importancia de las pequeñas cosas, reunirrnos, pasear por el campo, planear una excursión…Es cierto que las cosas muchas veces no se valoran hasta que se pierden o no podemos hacerlas, y yo creo que esta es una de las bases de lo que nos ha sucedido.
Metidos en casa, apreciamos cosas a las que antes, a lo mejor, no dábamos mucha importancia: las terrazas, los balcones, las plantas, ese rincón soleado, una cocina en la que entremos todos, el baño como zona de relax, esa zona para trabajar.
Nos han cambiado muchas prioridades, se están vendiendo mas las casas con terrazas, los unifamiliares, muchos están volviendo a los pueblos. Y en cuanto podamos creo que destinos como La Infinita Rural Boutique van a ser nuestros favoritos.
Quién nos iba a decir que se agotaría la harina en los súper porque nos da por aprender a hacer pan. Que tricotamos, porque nos relaja. Pintamos los muebles de los abuelos. Y tenemos huertos en el balcón.
Realmente me encanta, soy muy de todo esto, adoro estar en casa, hacer punto, pintar, cuidar las plantas, hacer cojines…Así que yo soy SLOW y quiero una Slow life house. Reuno cosas que me gustan, las mezclo y las cuido porque las he ido juntando despacio y son un reflejo de mi vida, tienen un significado para mí, por encima de modas o tendencias. Me pasa un poco como con mis rizos, que siempre están conmigo se lleven o no.
Por otro lado creo que esta forma de vivir prioriza la calidad sobre la cantidad, el ser sobre el tener. Valora la creatividad,la artesanía, lo que hacemos con nuestras manos, la sensibilidad, la belleza de lo natural.
DECO SLOW LIFE
¿Cómo es la decoración slow?
Pues yo creo que ya os habéis ido haciendo una idea. Para mi ante todo es ecléctica, porque se va haciendo despacio, por encima de modas. Tiene que reflejar a los que viven en esa casa, así que debe ser original, porque todos somos diferentes. Esto no va del color del año, ni de tendencias, esto va de lo que te hace feliz y de lo que es importante para cada uno. ¿Vivirías siempre en la cocina, pasas horas en el baño, eres un ratón de biblioteca?
Independientemente de esto y como pautas un poco generales, triunfan los materiales naturales: el lino, el algodón, el ratán, la madera, las plantas, los sofás vividos y mullidos, las butacas confortables, las camas muy arropadas, mesas polivalentes, cocinas importantes porque damos impotancia a lo que comemos… No me digaís que no es apetecible. Dejar el usar y tirar, volver a la calidad, a las cosas bien hechas que pasan de generación en generación. Esto es ser eco y ser sostenible. Nuestros abuelos eran realmente ecológicos.
Slow Life House, ¿nueva tendencia?
Creo que no. Desde hace varios años es algo que trata de imponerse. Hemos visto las desventajas de la comida rápida frente a nuestra dieta mediterránea, por ejemplo. En el campo de la decoración, ya estábamos observando la vuelta a lo artesanal y a la calidad, un poco al estilo del movimiento Arts and Crafts de finales del S XIX, que se estaba poniendo en valor y de hecho firmas como William Morris (máximo ideológo y artista de este movimiento) han vuelto con muchísima fuerza ,igual que los diseños Art Deco o con esta inspiración los vemos en muebles, estampados, papeles…Este renegar de la producción en masa y apostar por lo artesanal tiene mucho que ver con esta nueva forma de entender la vida y más concretamente nuestras casas y la decoración de las mismas. Pero esta tendencia que ya estaba ahí ha explotado y se ha popularizado con lo que ha sucedido.
De todas las circunstancias podemos sacar algo positivo. Esta vez nuestras casas han sido las ganadoras.